sábado, 20 de noviembre de 2010

Bella Hélèna

Hélèna

Hélèna mide 85 cm, con lo que su destacable altura hizo que fuera fácil verla, aún medio escondida en aquel destartalado puesto de venta del Marché aux Puces de París-Saint-Ouen.

Hace muchos años ya que perdí los escrúpulos (si puede decirse así) de manipular muñecas u objetos viejos y sucios. Es más, incluso tras ese aspecto de abandono me es fácil intuir el potencial, por lo que el estado no es una razón que haga mermar mi interés.

Sin duda Hélèna necesitaba un baño, pero realmente Hélèna solo necesitaba un baño.

Encontrar muñecas de semejante altura vestidas y calzadas de origen no es habitual. Por esa y otras razones la gran muñeca de Bella se convirtió en candidata a ser mi adquisición de recuerdo en el conocido mercadillo.
Como el vendedor no tenía bolsas del tamaño adecuado, me la entregó en una bolsa de basura.
No pensé en que ese hecho llamara especialmente la atención hasta que tocó volar de regreso y yo no facturaba equipaje. Mi muñeca volaría como equipaje de mano.

Cruzar todos los controles del aeropuerto CDG fue no menos que anecdótico.
Los escáners revelaban una figura de 85 cm, dentro de una bolsa de basura. Uno tras otro, los controladores trataban de desarticular las piernas y brazos de la muñeca, para averiguar si el interior estaba más "limpio" que su vestido o pelo.

Yo no había caído en que tal vez la muñeca transportara algo inadecuado, sin yo saberlo, porque, de ser así, la requisarían pidiéndome toda clase de explicaciones.
Afortunadamente, concluyeron que el polvo era suciedad inocua y la petite Bella pudo volar a su destino donde tomó un buen baño y recuperó su mejor aspecto.

Hélèna

viernes, 19 de noviembre de 2010

Les jolies poupées Raynal

A raíz de un viaje a Francia en 2006, quise descubrir algo de la muñeca de ese país, más allá de la conocida época de la porcelana antigua.
De lo que leí y ví, me interesó especialmente la muñeca de fieltro de los años 20 y 30 -para mi gusto tan bella como la Lenci italiana-, así como las muñecas de rhodoïd, de mitad del siglo XX.

RaynalPasaron pocos meses cuando, en una feria de juguetes antiguos, tuve la oportunidad de adquirir una muñeca de la casa Raynal, de los años 50, fabricada en rhodoid (acetato de celulosa).

Se da la circunstancia de que yo pacté un precio con el compañero de la vendedora y cuando, al cabo de un rato, fui a recoger la muñeca, la señora admitió que su acompañante había sido demasiado generoso para su gusto, pero que no lo quedaba más remedio que respetar lo acordado.

Desconozco si el modelo de muñeca tiene nombre conocido pues, de tenerlo, no he dado con él, y aunque no viste ropa original, me gustó su gesto y sus ojos flirty.

Raynal



RaynalUn modelo idéntico, quizá en mejor estado y con un color más oscuro tanto de cabello como de ojos, volví a encontrar en la misma feria de juguetes en la edición de este año 2010.

Resulta que una amiga francesa me acompañó esta vez y me asistió en el entendimento con el nuevo vendedor.
Fue un momento memorable y divertido. El resultado, óptimo: otra bella Raynal, esta vez con su vestido original, del que prende el logo de la marca, y su colgante en forma de corazón, también de origen, con la palabra Raynal grabada en el reverso.

Raynal

Cuando tenga la oportunidad, seguiré leyendo y aprendiendo de la historia de este fabricante, del que afortunadamente existen varios libros, uno de los cuales tiene como portada esta bonita foto:
Raynal