jueves, 31 de diciembre de 2015

Recuerdos de infancia

Mis recuerdos de niña son de juegos con mi hermano, tebeos, cuentos, libretas llenas de dibujos, largos veranos en la casa del pueblo, historias del pasado y sobre familiares que no conocí, excursiones en bici, viajes en coche, Navidades rodeada de tíos y primos mucho mayores que yo, partidas de cartas interminables, dibujos en la tv pero más especiales las sesiones de cine con el proyector (no sé si de 8mm o 16mm) y también, sí, de muñecas.

Las películas que no me cansaba de ver proyectadas eran "Maria de Oro y el perrito azul" y "Tintín en el Templo del Sol". Las visitas al mítico videoclub Vergara eran algo extraordinario. Aún hay varias bobinas de películas por casa. En vídeo, la primera película de dibujos que recuerdo es Remi. De las vistas por televisión, me fascinó "El pequeña Nezha contra los dragones reales", una maravilla de la animación china que he podido volver a ver después de casi 30 años.




En la biblioteca de la casa del pueblo conocí los inventos de Galileo Galilei y las Joyas Literarias Juveniles con Miguel Strogoff. En la buhardilla prohibida rescaté del olvido tomos del Capitán Trueno y El Jabato. Descubrí por esa época las revistas Lily, Esther y mi favorita: Candy.

 


No debí tener ni más ni menos muñecas que cualquier niña de mi edad; algunas debieron desaparecer -y con ello desterrarse de mi memoria-, varias las conservo y otras las he ido recuperando con los años.

No tengo la necesidad de conseguir todo aquello que recuerdo, aunque sí me hace gracia reconocerlo cuando lo encuentro por Internet o en algún mercadillo que visito.
Además, ocurre que es de mayor cuando aprendo el nombre o el fabricante de muchas de las muñecas con las que jugué de niña.

Tuve la muñeca guarda-camisón en color rosa encima de la cama durante años sin saber que era de Farita.
Recuerdo una muñeca plana pero muy articulada y hasta hace poco no supe que se trataba de Nataly, de Guillén y Vicedo.

Aunque no soy aficionada a los bebés, de niña sí los disfruté y de hecho conservo varios de ellos.

Por ejemplo, recuerdo el chiquitín Piti Minene de Berjusa al que yo siempre llamé Nadia (?), que vino en una caja trousseau con un montón de vestidos para intercambiar. También una pareja de Pitusines de Famosa preciosos con su ropa siempre en tonos blancos y amarillos. Otra pareja que anduvo por casa fue la de Tu Nene y Tu Nena de Berjusa, con camisetas de lunares azules él y rosas ella.

El primer muñeco negro con el que jugué fue un Cachito, de Gama, de mi tía. Siempre me pareció muy exótico. Cómo me gustaba su gorra y jugar a cambiarle de ropa.

De entre las muñequitas de talla pequeña mis favoritas fueron sin duda las Tarta de Fresa y una parejita de Mays Pradera, de Famosa, con las que jugué infinitamente más que con las Barriguitas.

Años después, durante una visita a casa de mis padres, de la que me había independizado hacía algunos meses, me llevé una buena sorpresa cuando me dieron un par de grandes cajas de muñecas llenas de recuerdos. En esa época ya afloraba este afán coleccionista, y aunque esa afición se centraba en muñecas muy anteriores a mi época, rescatar las muñecas de mi infancia fue ciertamente algo especial, pues llevaban mucho tiempo relegadas al olvido en algún altillo y no las había visto en años.
Ahí estaba Barbie, algún Pin y Pon, Clicks de Playmobil/Famobil y figuritas de Star Wars o muñecos de los Masters del Universo. Desde ese día volvió a caminar la teledirigida Gladys de Jesmar y se volvieron a reunir Nancy, Lucas y Lesly.


Supongo que el final de año vuelve a una un poco nostálgica porque es más obvio que el tiempo pasa y nos aleja cada vez más de la infancia.



sábado, 31 de octubre de 2015

Materiales y dolores de cabeza I

Conocer el material del que están hechas las muñecas es clave para su correcta identificación y datación. Obviamente, la tarea no resulta nada fácil debido a la ingente cantidad de éstos y sus variables composiciones.

Se conservan muñecas prehistóricas y de antiguas civilizaciones hechas de piedra, hueso, terracota o marfil, pero las de materiales perecederos como madera, algodón, papel o ropa son más escasas.


MUÑECAS / FIGURAS EGIPCIAS
 


MUÑECAS / FIGURAS GRIEGAS
 Greek | from Thebes (Archaic) | The Archaic period in Greece (800 BC – 480 BC) was a period of ancient Greek history that followed the Greek Dark Ages.:


MUÑECAS / FIGURAS ROMANAS
 


MUÑECAS / FIGURAS PRE-COLOMBINAS
An authentic Pre-Columbian woven doll from Northern Peru. Imagine the stories she could tell!  


lunes, 28 de septiembre de 2015

Inesperada Malibú

 

 

 


Malibú ha sido la última en llegar. Feliz de conseguirla aún sin saberlo.

Con pocas muñecas de las "bautizadas" con nombre propio me ha pasado, pero a Malibú nunca la he conseguido distinguir.
Cada vez que algún conocido añadía una Malibú a su colección, me quedaba prendada por lo bonita que es pero a la vez me sentía desconcertada porque la sensación era de verla por primera vez.
No sé cual es la razón, pero no he conseguido identificarla, ni aprenderme su cara ni cuerpo ni ningún rasgo que me permitiera reconocerla.

Hace algunas semanas ví una muñeca de cartón con pelo de mohair y ropa original que me gustó sin saber su nombre. La vendedora me dijo que iba marcada pero no distinguíamos lo que iba escrito.

En eso que al principio la dejé pasar pero lo cierto es que no me la sacaba de la cabeza.
Lo meditamos y decidimos hacer una oferta que de ser aceptada habría que aprovechar, pero aún con la ilusión de poderla incorporar a mi colección, no me decidía a ir. 
En un momento que yo me ocupé en otras cosas, mi marido se escapó a la vendedora y oh!, volvió con la muñeca.
Fue en casa, consultando en Internet, rebuscando en mis archivos y mis libros, que concluí que se trataba de una Malibú. 

Como remate, se trata de una Malibú marcada con "Lopadi" en la nunca, lo que al parecer es raro pues todo el mundo a quien he preguntado me asegura que va sin marcar.

A Lopadi sólo se le conocen dos muñecos: Malibú y su hermano Quique en versión bebé o cadete.
Los cadetes miden 49 cm, aunque existe una talla inferior, al menos de Malibú, en torno a los 45 cm.



miércoles, 26 de agosto de 2015

Viajes y vacaciones

Ya son más de dos décadas coleccionando y, en este tiempo, ha habido oportunidad de adquirir muchas piezas por Internet desde prácticamente todos los continentes. Estudiando las fotos y construyendo una buena comunicación con los vendedores, para llegar a un acuerdo, es la única manera de conseguir muñecas que no se encuentran localmente. 

Otra manera de aumentar la colección es hacerlo presencialmente pero en la distancia, durante los viajes o escapadas de vacaciones. Yo no puedo evitar buscar tiendas especializadas, mercadillos o anticuarios allí donde vaya.

Ahora que el verano se acerca a su fin, es buen momento para repasar aquellas muñecas que me acompañaron de vuelta de mis vacaciones y también las que viajaron en las maletas de amigos y conocidos que se acordaron de mi colección.

Toni, NY (USA)
Coquette,  NY (USA)

Bambola Lenci, Venecia (Italia)
Pinocchio, Venecia (Italia)

Mimi, Korea

Milano (Italia)

Porto (Portugal)

Tailandia

Tenerife (I. Canarias)
Canada

Irlanda

Grecia

Africa

Lotte Lustig, Frankfurt (Alemania)
Mini Pullip Lan Ai, Japón

Hélèna, Paris (Francia)


Cuba





jueves, 30 de julio de 2015

Un osito muy suave


Como mi generación no conoció clases de costura, el oficio de la aguja me es ajeno prácticamente por completo. Por tanto, toda mi admiración a las modistas y los sastres, ya sean de profesión o de vocación; me parecen capaces de hacer poco menos que magia.

Fue por curiosidad y también, claro, por supervivencia que empecé a acercarme a las mercerías y a descubrir un mundo lleno de maravillas y posibilidades. 
Con la fiebre del "DIY" ("Hazlo tú mismo") de los últimos años cada vez es más amplia la oferta y más numerosas las tiendas donde perderse entre retales, hilos, botones o encajes; aunque se disfruta una emoción especial en los comercios históricos de telas, corseterías y pasamanería, que se encuentran en peligro de extinción.

Dejando de lado la obligación doméstica que se presenta en el día a día (potenciada por tener niños en edad escolar), la aguja puede ser un fantástico hobby para manualidades, decoración y, por supuesto, para muñecas y peluches.  
Con pacienca y dedicación, sacando ratitos del tiempo que tanto escasea, se pueden confeccionar piezas más que resultonas.

El proyecto de las pasadas Navidades fue un osito de peluche. Ayuda tener un espacio donde poder desplegar todos los materiales, para mayor comodidad, sobretodo si el proyecto va a tomar varios días. Si se hace en compañia, la diversión se multiplica. 

Buscamos el patrón que más nos inspire, visualizamos el resultado y salimos a la búsqueda  del material que necesitaremos: telas, hilos de diferente grueso y resistencia, agujas, arandelas, ojos, etcétera.
Sobre la tela, que no debe ser elástica (para facilitar el relleno), copiamos y cortamos las piezas, las cosemos, metemos el relleno, preparamos las articulaciones y acabamos los detalles.



Nosotros fuimos un grupo de cuatro bien avenidos. Debo agradecer especialmente a mi amigo Cristóbal su arte y simpatía.
Como reíamos y hablábamos a la par que cosíamos nuestro taller duró 3 días de media, aunque, sin distracciones, un oso se puede confeccionar en unas pocas horas.

Los días previos al inicio del taller lo pasé genial con los preparativos, hice alfileteros para todos, busqué unos cuencos para tener organizados nuestros materiales y vasitos porta-velas de aire navideño para ambientar.
Me aseguré de que tuviéramos kettle, diferentes tipos de té e hilo musical.

Cada uno llevó su costurero y luego estaban los materiales en común: el relleno y las telas.
Nosotros queríamos una tela de peluche larga y vaciar con la tijera cuando fuera necesario.

Mi osito lleva las plantas de los pies y las orejas en contraste, ojos de bola, hocico cosido y toques de pintura para dar personalidad y resaltar la expresión.

Rellenando y presentando las piezas

Cosiendo los rasgos y dando toques de pintura

Acabado, una vez recortado pelo "al gusto"

Toque final con complementos