La primera casita de muñecas ha llegado ahora, tras años de inmunidad y resistencia por mi parte.
Me gusta ver las casas de muñecas, sí, pero no cualquier kit igual a cientos de otros kits.
Las únicas casas de muñecas que me ha gustado admirar son las casas únicas, bien por antigüedad o bien por complejidad, o por diseño particular.
Reconozco la dificultad de los detalles minuciosos y realistas.
Killer Cabinet, England (1835-1838) |
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Pero vaya, aparte de eso tampoco nunca he sentido mucha más curiosidad.
Pero érase una casita de muñecas que vino como regalo de Navidad para mi hija de 5 años.
Esa casita sencilla, sin ambición, que se montó fácilmente tras un ratito de buen entretenimiento, es la primera que ha caído en estas manos. Una casita de cartón pluma, acompañada de un pequeño libreto, la perfecta iniciación para mi niña, que, si decide continuar, tendrá acompañante con mucho gusto.
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