Después de 23 años, el mítico museo parisino ha cerrado sus puertas este mes de septiembre.
Prácticamente enfrente del centro Pompidou, el Museo privado se ubicaba en el Impasse Berthaud, un callejón céntrico y discreto con un encanto peculiar.
El anuncio de la venta de parte de la colección privada de Samy Odin, el director del museo, hizo saltar las alarmas.
Seguramente por ello, a finales de diciembre de 2016, a pocas semanas de la subasta en Theriault, en el blog del museo se anunció que el futuro estaba en el aire.
Ciertamente, la decisión del cierre se valoró durante meses.
El motivo: la no adecuación del edificio a los estándares de seguridad y accesibilidad actuales.
Tal y como se explicaba en una entrada en el blog, el museo era el único inquilino del espacio de exposición y el propietario no estaba dispuesto a invertir en la modernización del edificio.
El pequeño museo privado no podía afrontar la obra por lo que la decisión quedaba entre el traslado a una nueva ubicación o el cierre definitivo.
En junio de 2017, en el blog del museo se confirmó el cierre en pocos meses.
A medida que se acercaba la fecha de clausura, se fue anunciando el desmantelamiento y liquidación del lugar, incluyendo muñecas y mobiliario.
En noviembre de 2006 visité el museo de París que ya no existe.
Han pasado muchos años, los recuerdos se difuminan, pero queda la sensación de haber estado en un lugar encantador.
Quedan también la visita a su mítica clínica de muñecas y algún recuerdo comprado en la bonita tienda del museo.
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